El cliente quería una imagen funcional, seria y elegante, dado que el target al que precisaba llegar era muy amplio. La selección del blanco y negro obedece a esa necesidad de parecerse más a una "boutique" del dulce que a una tienda de chucherías al uso.
La marca se implementó en un buen número de soportes y se creó una línea gráfica específica para las imágenes interiores de esta franquicia nacional de golosinas.