El reto de este proyecto se encuentra en el diseño de una vivienda de dimensiones reducidas, pensada para la vida permanente de una joven pareja. La rápida y sencilla construcción de esta vivienda permitirá ubicarla en cualquier lugar y así estar en contacto directo con la naturaleza.
Esta propuesta toma como única referencia el estilo de vida nórdico, el cual busca una mayor relación con el entorno natural. De esta manera el espacio se toma como un pequeño mirador, el cual focaliza la vista en una sola dirección, dejando así el resto de paredes ciegas.
La vivienda además, consta de un segundo gran ventanal situado en su techumbre y que proporciona un mayor paso de luz natural en el interior. Como aliciente, permite el disfrute de las vistas nocturnas.
Este factor ha condicionado por tanto la distribución del espacio interior; dejando en la cara principal el salón seguido de la cocina y baño en el fondo. Frente a éste, una escalera que incorpora almacenaje en su parte inferior, da paso al altillo donde se encuentra el dormitorio.