La fundación Valle Salado de Añana quería retomar la relación con cocineros con estrella Michelín. La Sal de Añana es una sal pura, producida de forma natural, en un enclave peculiar, una salina de interior, con más de 6.
000 años, considerada una de las mejores sales del mundo. Sormen propuso hacer un envío especial, presentando la sal del Valle Salado de Añana como un ingrediente de lujo, mágico, único,… una joya.
Así creamos un cofre, una edición especial, limitada, hecha a mano, única y personalizada. El envío se hizo en una caja de poliespan, conservadora de frío, para que sintieran la necesidad de abrirlo urgentemente.
Dentro, el cofre negro, cuyo interior se ilumina de forma automática al abrirlo, se esconde un frasco de sal que bien parece una joya que brilla con luz propia resaltando su tono blanco, rodeado de deslumbrantes gemas.
Un cuadernillo personalizado bajo el claim "El tiempo hecho joya. Un ingrediente mágico para tus creaciones" invita al receptor a concertar una cita
