Se trata de un vino que como su nombre indica, su sabor te envuelve y ocupa cada parte de tu ser. Con esta etiqueta he querido representar la elegancia y a su vez ese carácter tradicional y ecológico de dicho vino.
El naming viene dado con la metáfora de que un vino te puede llegar a enredar gracias a su sabor, hasta tal punto de convertirse en tu vino preferido y hacer de este una apuesta segura para cualquier tipo de ocasión.
El grafismo que aparece tanto en la etiqueta como en la contraetiqueta, representa una enredadera reducida a su máxima expresión y geométrica para aportar ese plus de firmeza, confianza y elegancia que debe representar un vino.
Este grafismo va acompañado de una tipografía con mucha personalidad que recuerda a la realizada antiguamente con los Cálamus y aporta esa característica de la bodega de viticultura ecológica cuidada.
El material elegido, gracias a su color y textura, da esa calidez de ser un vino tratado con especial dedicación y con carácter ecológico.