Errota es un proyecto que surge de la necesidad de una oferta cultural y de tiempo libre dirigida a la juventud del municipio de Etxebarri. La plataforma Alkar Ekin, promotora de dicho proyecto, quiere además impulsar valores como la igualdad entre hombres y mujeres, la diversidad cultural, la libertad de identidad y sexual o la normalización del euskera, entre la población más joven.
Como espacio de encuentro se propone habilitar y recuperar el antiguo molino de la población, un edificio histórico que en la actualidad se encuentra en un estado de deterioro importante.
En la realización de la identidad visual corporativa de Errota se establece que la misma debe tener una imagen dinámica y juvenil, así como cercana y amable. Para representar el nombre de la entidad, se crea un logotipo en caja baja en el que destaca un asterisco como elemento gráfico clave de la identidad.
Dicho asterisco, síntesis de la rueda de un molino, funciona como símbolo de la marca y da unidad a toda la comunicación corporativa. Para las distintas áreas de actuación o servicios que se desarrollarán en el centro se idea una marca monolítica en la que las versiones del logotipo se centran en un código cromático.
Por tanto, cada área se identifica tanto por su propio logotipo así como por un color concreto asignado. El color de la marca madre es el naranja y el del resto de servicios son el magenta para eventos culturales, el azul para la oferta formativa y el verde para actividades de tiempo libre.
En la comunicación de la oferta del centro, además del uso del color y combinado con este, se emplearán imágenes fotográficas en duotono para actuaciones como conciertos y fotografías a color de objetos aislados sobre un fondo de color para las actividades programadas como pueden ser los talleres creativos.
La combinación de los textos en caja baja, los colores vivos y alegres y las atractivas imágenes fotográficas denota la jovialidad que la marca requiere. Dado que el público objetivo del proyecto es joven, la comunicación de la entidad se transmitirá principalmente por las redes sociales, destacando el uso de Instagram.
El tono de voz con el que se comunicará será cercano y simpático, sin caer en estereotipos asociados con la juventud que puedan resultar ofensivos. No obstante también se emplearán otros soportes físicos como folletos o carteles para informar sobre las actividades del centro.
Además de la papelería básica y de unos identificadores para el equipo o participantes del centro, se ha diseñado una familia de iconos que se emplearán en los postes direccionales que señalizarán los espacios del edificio.
En estas aplicaciones también se emplea el código cromático para facilitar la identificación de las distintas áreas de trabajo. Y finalmente se han creado algunos productos de mercadotecnia para dar visibilidad a la entidad.
