En su obrador, Fernando Sáenz conocido como "El chef del frío" es donde materializa sus ideas, ilusiones, conocimiento y creatividad para convertirlo en gastronomía helada. En este caso, se nos pide crear el packaging para una gama de cuatro "Aliños helados" pensados para ser consumidos en restaurantes de alta gastronomía como acompañante para otros platos.
El concepto del proyecto, gira en torno al uso de los degradados como representación del proceso de elaboración de los helados, donde se parte de color azul que representa el frío hacía cada uno de los colores que hace referencia a cada sabor.
Para el packaging de las tarrinas, se se ha diseñado una estructura muy particular, queriendo que sea como una escultura en si misma, donde se juega con materiales traslúcidos y masas de color para lograr también generar degradados.