El objetivo es impulsar la discusión y crear conciencia sobre la importancia de la salud mental, un tema que a menudo se reduce a una cuestión anecdótica en los medios de comunicación. Para lograrlo se usan estadísticas que reflejan la cantidad de personas afectadas por este problema y se presentan de manera inmediata en situaciones tan cotidianas como el uso de los medios de transporte. Así, a través del diseño, se busca visibilizar el problema haciendo énfasis en que la salud mental no es algo distante solo presente en las noticias, sino que forma parte de nuestra vida diaria, involucrando al espectador de manera directa.
Cada cartel busca que el espectador pueda visibilizar rápidamente la magnitud del problema y sentir empatía con las personas a su alrededor que pudieran estar sufriendo este tipo de dolencias. De esta manera se espera promover la empatía y alentar a hablar del problema. Por otra parte, aquellos que están lidiando con esta situación pueden sentir que no están solos al ver que su estado es más común de lo que creen, y así ganar confianza para buscar el apoyo que necesitan.
Aunque esta campaña consta de tres carteles adaptados adaptados a distintos soportes y medios de transporte, podría extenderse fácilmente a otras situaciones comunes aplicables a cualquier parte del mundo.