Espiral es un proyecto en el que se ha priorizado el dinamismo, el uso de materiales naturales y que el propio espacio apoye al aprendizaje y la diversión. Inspirado, formalmente, en la línea curva, juega además con composiciones simétricas, puesto que facilitan la comprensión del espacio ya que sólo se tiene que entender la mitad y la otra funcionará de igual manera en cuanto a forma y distribución.
Por tanto es muy sencillo de interiorizar para los niños, los cuales, algunos, no saben leer y sólo retienen formas y colores. El uso de la geometría de una manera sinuosa se explica porque las formas curvas son más afines a los niños, ni dibujan, ni corren en ángulo recto, además se evitan así las esquinas y se suavizan las circulaciones.
El dinamismo no solo se consigue gracias al uso de la línea curva si no también gracias a la colocación de distintas alturas de cota, que permite a los niños jugar con las alturas al poder establecerse en varios niveles.
Al tratarse de un lugar donde se va a trabajar con niños, los materiales de revestimiento debían ser duraderos, resistentes, que no tuviesen poros o juntas donde se puedan almacenar polvo o bacterias, siendo los más utilizados la resina epoxi para suelos y el contrachapado de madera natural para revestimiento de elementos verticales.