Colocado en el mejor escaparate de la ciudad, se proyecta una arquitectura ligera y efímera, un espacio abierto y accesible para ofrecer información turística a todo el que la desee.
La idea de materializar un espacio abierto que se percibiera como un "vacío", nos hizo tomar como referencia la figura de Oteiza y su Construcción Vacía, situada en el Paseo Nuevo. Con esta idea de fondo, el proyecto fue tomando forma solo, dando lugar a un espacio que se percibe mas como una escultura que se integra en el ambiente que un punto de información habitual.
El material elegido, una chapa de acero cor-ten, también pretende relacionar el mundo de la escultura con la identidad de la cultura vasca pretendiendo reforzar la idea de fondo del proyecto.