Eva nació y se crio en una familia de artistas ubicada en el norte de Italia por lo que desde su infancia fue rodeada en un ambiente de creatividad e imaginación. Desde donde le llega la memoria se recuerda en los talleres, en casa todo estaba rodeado de esculturas abstractas o metafisicas, bocetos con extrañas formas o conversaciones con multitud de artistas italianos o extranjeros que visitaban a su familia solia ser el continuo sonido de su vida, allí en principios de los años 80.
Era un ambiente en que todo el mundo tenía una creatividad explosiva, donde los artistas crecidos en los años 60 y 70 empezaban a consolidarse como maestros del arte. Llegado el momento de decidir cuál sería su formación la decisión no podía ser otra, la escuela de arte.
Primeros años 90 donde todo lo alternativo era bienvenido, todo lo diferente, todo lo que hacia los pequeños artistas, una nueva creatividad influyo en una joven Eva en busca de nuevas sensaciones. Un elenco de jóvenes contemporáneos en una época efervescente eran sus compañeros de escuela.
La nueva gráfica y el diseño destartalado son una fuerte influencia en Eva que enfoca toda su atención en los colores fluorescente y la estética ciberpunk. Cumplido los 18 años Eva empieza a interesarse por el tatuaje ya que en mediados de los 90 explota un boom en ese mundo y Eva se ve arrastrada por esa corriente a una forma de ganarse la vida, una en la que un joven artista puede sobrevivir.
Jóvenes tatuadores empiezan a conectarse y a preguntar por qué seguir tatuando antiguos dibujos de flash, ¿porque no crear nuevos estilos?, se plantó una semilla para la creatividad, pero después de un tiempo la inexperiencia limitaba a jóvenes tatuadores para conseguir los resultados esperados.
Eva da un paso a delante en ese escenario y empieza a contactar tatuadores reconocidos que la harían progresar con su técnica. Durante unos años trabaja para unos de los tatuadores italianos más reconocido desde los años 70, un pionero en el mundo del tatuaje y Eva descubre que esa vieja escuela está llena de imaginación o de estética.
Mezcla su moderna idea con la creatividad de otros tiempos y Eva coge perspectiva.
¿Se pueden mezclar ambos estilos? Eva recibe esa influencia y empieza con una nueva creación en su trabajo y llega el momento de seguir adelante y empezar a viajar.
Durante unos años su vida es itinerante en diferentes países absorbiendo experiencia de vida y desarrollando su trabajo en diferentes culturas a la vez de intercambiando con personas y profesionales del oficio. Eva valora su experiencia en Estados Unidos y Australia como las más enriquecedoras en ese sentido.
En ese periodo Eva alcanza un nivel de profesional muy alto que añadido a su propia visión de los tatuajes hace llamar la atención de los organizadores de convenciones de tatuajes, las cuales empieza a atender regularmente durante un tiempo.A finales del 90 Eva se estable en Barcelona una vez cree que su formación está completa y abre el estudio Medusa.
El boom del tatuaje ha pasado sus momentos más altos y otra etapa empieza donde las personas optan por otros tipos de trabajo. Eva al estar ubicada en un solo lugar y tener la capacidad de realizar varias sesiones de tatuaje en un solo proyecto conlleva la situación a empezar a hacer trabajos más grandes, en los que la creatividad juega un papel principal.
Las personas la solicitan complejas creaciones que fuerzan a Eva a trabajar duro en nuevos conceptos pero a la vez muy motivadores. Eva además obsesiona con su propio estilo forzándose a sí misma, cogiendo toda su formación y mezcla de influencias que durante la primera década del siglo son los nuevos artistas plásticos/gráficos, una gran inspiración.
A finales de la década entra en la escuela de dibujo de unos de los máximos representantes del comic español. La dimensión de los objetos y las formas empiezan a crecer en interés en faceta más creativa después de una colaboración con un tatuador de carácter expresionista.
La última década hasta nuestros días Eva ha estado trabajando creando en las últimas corrientes de los tatuajes, donde los proyectos se han vuelto más interesantes, ya que las personas cada vez más abiertas de mente y con menos limitaciones o tabús.
Las personas no desean trabajos preconcebidos, en vez requieren una creación a partir de temas. Eva esta en está viviendo momentos de creatividad muy alta ya que partiendo solo de un tema para un tatuaje, tiene que crear desde la página casi en blanco.
En la vida de un tatuador debe enfrentarse a unos 250 días de trabajo al año, en el los cuales puede llegar hacer 2 tatuajes al día de media, 500 tatuajes al año por 30 años de carrera el numero alcanza ¡¡15000 creaciones!! Puedo asegurar es son unos de los artistas más creativos que puedo imaginar y Eva es una representación de esa creatividad.