NAHIA MARINO ALKORTA, DE UN PUEBLO VASCO, UN RINCÓN QUE ALBERGA A 8,000 CORAZONES, ENTRE ELLOS, AQUELLOS ERRANTES SIN UN HOGAR NI UNA FAMILIA ESTABLECIDA. EN ESTA TIERRA, HE CON- TEMPLADO LA LIBERTAD DANZAR CON LA DESOLA- CIÓN, Y SOBRE TODO, HE ABRAZADO LA REBELDÍA FRENTE A LA CONFORMIDAD.
SUMERGIÉNDOME EN PERSPECTIVAS FRESCAS SOBRE LA ESTÉTICA, ANHELO QUE LA BELLEZA CONSA- GRADA CEDA SU LUGAR AL SEGUNDO PLANO, PER- MITIENDO QUE LO DESESTIMADO SE ELEVE A LO SUBLIME. MI ARTE RADICA EN TRANSFORMAR LA EXTRAVAGANCIA EN SIMPLICIDAD Y RESALTAR ESTA ÚLTIMA CON DESTELLOS LLAMATIVOS. RECONOZCO LA BELLEZA EN TODOS LOS ELEMENTOS QUE NOS RODEAN, ELEVANDO LO HABITUALMENTE DESESTIMADO A UN ESTATUS DE ENCANTO VERDADERAMENTE SUBLIME.
AQUÍ PRESENTO MI SER; UN ESPACIO DONDE CADA SER ES ACOGIDO Y COMPRENDIDO. ES UN MUNDO DONDE ABRAZAMOS LA TRANSICIÓN, ASPIRANDO A CONVERTIR LOS MUNDOS MARGINADOS EN OASIS DE COMPRENSIÓN, REBOSANTES DE VIDA Y POSITIVIS- MO. SOLO ANHELAMOS UN LUGAR, UN REFUGIO PARA LA SOCIEDAD RECHAZADA.
