El proyecto parte de una documentación de un valle en concreto. Se busca una situación estética en la naturaleza, tomar la luz como única forma de lograr las composiciones y hacer uso de los objetos, plantas etc.
para crear atractivas formas con profundidad. Fotografiar, documentar e intentar atraer a las personas amantes de una fotografía de naturaleza casi perdida; la de esperar. Intuir una buena composición y dejar que la luz la haga realidad.
Crear un paisaje dinámico con una situación absolutamente estática; una imagen con información y con un recorrido visual fácil de absorber la mirada de cualquier espectador. Captar unos matices que en video o simplemente en la realidad, pasan desapercibidos.
Los que en la actualidad son menos trabajados y que a muchas personas les ha creado un vacío visual en revistas, documentales o televisión. En este caso, y teniendo como premisa el tipo de fotografía planteado (tan discriminada en las últimas décadas) , se decidió captar la esencia de el valle formado por la Sierra de Quimboa, Chipeta y Alano: El Valle de Zuriza, en el Pirineo Oscense.
Zuriza, un valle mágico, un enclave rodeado por unas de las sierras montañosas más bellas del Pirineo: Chipeta, Quimboa y Alano. Llanas, verdes y más lejanas de lo que parecen las primeras dos; Grisácea, de carácter alpino y paisaje lunar la tercera.
Diversidad es la palabra que define este pequeño entorno. Profundos bosques de hayedos, abedules y pinos. Aéreas y vertiginosas cimas rocosas que nos trasladan a recuerdos de lugares lejanos, a cordilleras abruptas y de mayor altitud.
A través de nuestros ojos, a través de la luz. Sentimos la tranquilidad y los bruscos cambios. Cambios en las estaciones, cambios en los colores y olores. Cambios en la luz y en un mismo día.
“Las mejores fotografías hablan por sí mismas. Los intentos de analizar sus significados desvirtúan invariablemente la especial calidad que ocupa, más allá de las palabras, el primer lugar.
(. . . )Las fotografías que más me conmueven me transportan a un reino emocional en el que mi experiencia deja de ser verbal” Galen Rowell - Luces de Montaña
