El objetivo principal de este proyecto era desarrollar una campaña gráfica que hiciera referencia a uno de los días mundiales reconocidos por la ONU. En este caso, la campaña se ha desarrollado en torno al Día Mundial del Braille, para remarcar su valor y relevancia.
Se celebra el 4 de enero, día en que nació su inventor, Louis Braille. Para ambos carteles se buscaba un estilo sencillo y minimalista, evitando cargar en exceso el diseño con elementos innecesarios.
En primer lugar, para el póster tipográfico, se apostó por un fondo oscuro con letras incompletas o desvaneciéndose en la oscuridad. Son los puntos los que completan cada letra en el lenguaje Braille, representando que dicho lenguaje ilumina en la oscuridad a quienes no ven.
Es su guía y compañero, les permite aprender, comunicarse e integrarse en la sociedad. Por su parte, para el segundo cartel se quería dar un mayor protagonismo al código de puntos, con el objetivo era darle un giro creativo y crear un diseño atractivo a partir de ellos.
Es cierto que este lenguaje no devuelve la vista, no permite ver la imagen de la realidad al completo, pero cada punto de este código actúa como una pequeña ventana. De este modo, a través de todos ellos pueden casi "observar" la realidad que les rodea.
En la parte posterior de los carteles aparece una pequeña explicación de este día y del diseño, escrito tanto en inglés, como en Braille.