La gastronomía popular es un factor constitutivo de la identidad colectiva catalana. En la ciudad de Barcelona, al distrito de Sants-Montjuïc y en medio del barrio de Sants-Badal, el bar El Candil ha preparado comidas caseras y las ha servido desde la familiaridad más absoluta. Montse y Josep, copropietarios del local y vecinas de Badal, se han jubilado después de más de treinta años de servicio al barrio. El proyecto El Candil toma forma de publicación a través de una fotografía verdaderamente íntima y documental. Un grito a la memoria histórica para perseverar la cultura gastronómica catalana, y levantar el sentido de estos lugares como espacios de socialización y fidelización a un entorno.