A través de esta sesión fotográfica, somos testigos de un viaje, donde dos niños se transforman en astronautas, navegando por un cosmos imaginario pero no menos real. Es una oda a la inocencia y la audacia, a la curiosidad y la imaginación desbordante.
Estas fotografías, con estética futurista, nos invitan a recordar la maravilla de la infancia, cuando cada sueño parecía tan tangible como las estrellas. Nos retan a redescubrir el niño interior que una vez soñó con conquistar el espacio.
Bienvenidos a este cosmos, donde los niños juegan a ser astronautas y los adultos se atreven a soñar como niños.