Me llamo Kalina y nací en Bulgaria. En 2005 fuimos a España a ver a mi padre sin saber que sería nuestro nuevo hogar. Igual que mis tatarabuelos, pero sus circunstancias fueron muy diferentes, tuvieron que abandonar su hogar por la guerra. Fueron refugiados a causa de La Guerra de los Balcanes (1912-1913). La guerra ya había acabado, pero la paz estaba muy lejos por llegar. Un día sucedió lo que más temían: los turcos provocaron un genocidio, irrumpieron en muchos pueblos, persiguieron y mataron a los miles de inocentes. Mis tatarabuelos cogieron lo que pudieron y huyeron con sus familias a Bulgaria.
El libro es un recorrido transgeneracional. Todo lo que sabemos es gracias a mi tatarabuela Mariya, ella tuvo muy presente lo sucedido y compartió su historia contando sus anécdotas de vida generación tras generación, hasta llegar a mi abuelo, quien es el que me cuenta todo sobre su familia, el único que queda de la familia que puede contar lo que pasó hace más de 100 años.
Kopriva narra la inmigración desde un punto de vista personal que haga que el lector se identifique con mi historia. Siendo este libro un hogar donde se guarda la memoria de mi familia también puede ser el hogar para otra persona.
Es una novela dialogada. Es la conversación familiar entre nieta, padres y abuelos donde se comparten recuerdos mientras se observa el álbum familiar. El libro se divide en dos narradores: El hogar de Dimitar donde es el narrador principal y El hogar de Kalina. Finalmente, mediante las herramientas que me ofrece el diseño, reconstruí la historia de mi familia desde un punto de vista más poético y conceptual, poniendo en valor su identidad.
Para el nombre del libro me basé en el recuerdo más vital para mi familia que fue durante la huida:
mi tatarabuela Mariya y su hermana de un año tuvieron que esconderse en un frondoso arbusto de ortiga, sin apenas ropa encima, soportando el miedo y escozor pero que también fue un refugio para ellas y una oportunidad de esconderse y escapar. Por eso quise llamar el libro "Kopriva", que significa ortiga en búlgaro. Al ser una palabra desconocida en España, dentro lo acompaña "es hogar" para situar el lector.