LA NAJA, la emblemática estación de tren de Bilbao reconvertida en espacio de arte y experimentación. El proyecto de LA NAJA nace por dos motivos:Por un lado, la ambición por generar un espacio dedicado al arte que haga partícipe a toda la ciudadanía.
Quieren crear un espacio donde se dé una intercomunicación entre artistas de diferentes disciplinas y a su vez, pueda participar de ello cualquier persona de fuera de este ámbito.
Por otro lado, se escoge el edificio de La Naja por afán de recuperar los edificios industriales que fueron cruciales para el desarrollo de la villa y que hoy se encuentran en estado de abandono o con previsión de ser demolidos.
En este caso, es un edificio situado en pleno centro de Bilbao y se trata de la antigua estación ferroviaria de La Naja que durante la época industrial fue el acceso a la villa de toda la margen izquierda de la ría, es decir, la margen obrera.
Se encuentra en la ribera de la Ría del Nervión y es el eje entre barrios con grandes diferencias socio-económicas. Hacia el oeste encontramos el ensanche de Bilbao que es la zona más pudiente de la villa, al contrario, bajando hacia el sur por el mismo muelle llegamos a San Francisco que es conocido como el barrio más marginal.
Sin embargo, es en este barrio junto con el Casco Viejo, situado en la orilla opuesta de la Ría, donde se está dando una gran renovación e impulso cultural gracias en gran medida al comercio local de creadores y a las pequeñas galerías de arte que están aflorando en la zona.
Si nos acercamos vemos como el edificio forma parte de un conjunto arquitectónico formado por la estación de la Concordia, el Edificio de la sociedad Bilbaína y la Torre Bailén, que forma parte del mismo proyecto que nuestra estación si bien hoy son independientes.
El conjunto se cierra en la orilla opuesta con el Teatro Arriaga. El edificio está nivel de muelle y por lo tanto más bajo que la vía pública, su propia cubierta es espacio público, la Plaza de las Mujeres.
El edificio que conocemos hoy es una construcción de 1945. El edificio original de 1888 invadía parte del puente del Arenal que fue derruido durante la Guerra Civil. El nuevo proyecto contemplaba una estación subterránea que pudiera en valor los edificios colindantes y que facilitara la circulación entre la ciudad vieja y el nuevo ensanche.
En 1980 se realizó una reforma interior para actualizar el espacio tanto estética como tecnológicamente. Desde 1999 el edificio se encuentra en estado de abandono y pide a gritos una nueva vida que aporte un espacio cultural a la villa.
En el estado actual predomina la longitudinalidad del espacio interior dado su uso ferroviario por el que aparecen también dos alturas, correspondientes a las vías y al andén. Su estructura de hormigón armado es visible, con sus grandes vigas convexas y los pilares inclinados hacia el centro.
Dada su situación, cuenta con diferentes accesos, Teniendo 7 aperturas en la fachada principal en el muelle de las Siervas de Jesús, un acceso por su fachada lateral en Muelle de Ripa y un acceso directo desde La Plaza de las Mujeres por una escalera interior.
Tras este análisis del edificio se da la nueva NAJALa idea de proyecto se resume a una línea longitudinal que recorre todo el espacio y lo compone en dos zonas. Esa línea se materializa en una pasarela que ayuda a diferenciar el área de trabajo y el área de exposición.
Esa diferencia quedará reforzada también por el uso de los materiales y colores. Sin embargo, se garantiza su continua intercomunicación con cerramientos que permiten abrir los espacios, y que al ser de chapa perforada, permite la filtración de luz en ambas direcciones.
Así mismo, tomando su antiguo uso ferroviario, se propone un espacio flexible y experimental donde unas plataformas móviles configuran los espacios según el evento. Tomando el espacio vacío con unas mínimas demoliciones se incluyen los elementos que lo transforman:- Las plataformas, fijas y móviles- La pasarela metálica- Las cabinas de trabajo- Los talleresSe cierra el espacio con la cubierta preexistente a la que se le realizan huecos a modo de lucernario comunicando exterior con interior.
Así se configura el espacio que vemos en planta y secciones donde se mantiene esa la línea compositiva y entendemos la interrelación entre las diferentes zonas y alturas. Las exposiciones son visibles desde todo el perímetro y se consigue un espacio abierto de extremo a extremo.
Vemos aquí también los diferentes usos del proyecto: - La zona de exposición con las plataformas móviles gracias a las cuales los espacios podrán ser configurados y alquilados para diferentes intervenciones.
Existe una zona de cafetería y bar, combinando una zona de mesas y otra de sofás creando diferentes ambientes para la interrelación de los visitantes y artistas. - Se sitúa una recepción para la gestión de los alquileres y como punto de información para los visitantes.
- Las cabinas destinadas al trabajo y alquiler de los artistas tendrán diferentes tamaños para adaptarse a diferentes necesidades y junto a los talleres conforman el área de trabajo.
- Por último, quedarán zonas destinadas a administración, almacenaje, instalaciones y servicios. En cuanto a materiales, se emplearán ocho principales, siendo la chapa metálica la gran protagonista.
Esta chapa se presenta en diferentes acabados y diseños y pretende, junto al hormigón, evocar el ambiente industrial del pasado del edificio. El resto de materiales serán más neutros a fin de destacar la chapa y su acabado en verde menta.
La madera de fresno aparece en las plataformas y en el mobiliario. El microterrazo será el pavimento para las zonas de andén, cuyas paredes se revestirán con azulejo cerámico tipo metro, evocando así, su pasado ferroviario.
Analizando los elementos por partes, tenemos por un lado la pasarela metálica. Se construye con bastidor metálico que se apoya a nivel de las vías y queda su superficie a la altura de los andenes.
Su parte superior, se reviste con chapa metálica de grano de arroz y sus apoyos con chapa lisa. Sus huecos inferiores servirán para colocar mobiliario de almacenaje, albergando módulos compuestos por un cajón y un mueble móvil que dará servicio a las exposiciones.
A la pasarela se anclará también la barandilla, que será desmontable para adaptarse a la posición de las plataformas. Las plataformas, se construyen también con bastidor metálico, revestido en este caso con tablero de madera de fresno.
Todas ellas tendrán, al menos, uno de sus extremos terminado en graderío. En las plataformas que sean móviles, se crearán refuerzos en la parte baja del bastidor, para poder soldar los ejes de las ruedas de acero que recorrerán las vías.
Por último, las cabinas de trabajo, se componen por tres elementos principales: - El mobiliario fijo- Las particiones de hormigón armado- Los cerramientos metálicosLos muros, llevan incrustados unos vasos metálicos en los que se insertarán ganchos que servirán de colgadores flexibles y cambiantes adaptándose a cada trabajo.
Los cerramientos, como se ha mencionado anteriormente, son de chapa perforada, que dan una semi privacidad, asegurando, en todo momento, la comunicación con el resto de espacios.
Además, sus puertas son correderas y permiten abrir el espacio casi en su totalidad, ya que solo sus extremos son fijos. El mobiliario se construye en madera de fresno, y se crea dos tipologías principales: El primer módulo será de espacio de trabajo y almacenaje de material y el segundo está pensado como almacenaje para todo tipo de obras, cuadros, láminas.
Por último, en la sala de reuniones, también se realizará mobiliario que dé servicio a esta función. Con todo esto, BIENVENIDOS A LA NUEVA NAJA, un espacio recuperado que crea vida en torno a la cultura.
Una vida que se adivina desde fuera, pudiendo apreciar su actividad interior, gracias a los materiales empleados y el uso de la iluminación artificial y natural. Una vida que se siente en su interior dinámico y cambiante.
La Naja se convierte en una nueva estación de arte y experimentación, un lugar de llegada y salida de artistas y creadores en torno al cual se crea una gran comunidad cultural.
