Laika es un producto que consigue una fusión de conceptos entre el diseño moderno y la artesanía tradicional. Uno de los factores a tener en cuenta al trabajar con materiales de desecho, es que en cierto modo los materiales son los que nos marcan el estilo a la hora de realizar el diseño, ya que contienen señales de sus anteriores utilidades. Y en el caso de Laika, hay que tener en cuenta que respetar estas características es uno de los principales objetivos. Sobre todo, cuando hablamos de la barrica de vino. Ya que cuenta con un trabajo previo de otro artesano y cada una de las barricas que fabrica un tonelero es diferente, con lo cual cada Laika también lo es. Y esto la hace especial y única.
Hablamos de una lámpara que busca acoger y que sea acogida. Sus formas escultóricas y su iluminación de ambiente se inspiran en el concepto nordico Hygge*. Es por ello, que cada lámpara desea crear un vínculo con el cliente.
*Hygge es una palabra que abarca un concepto de estado de ánimo acogedor, íntimo, de agradable convivencia, con sentimientos de bienestar y satisfacción.
En cuanto a aspectos físicos, es ligera, fácil de mover y versátil en cuanto a su colocación. Está diseñada para que el usuario pueda cambiar los componentes de iluminación con facilidad (adjunto instrucciones) y además todos estos componentes se pueden adquirir en cualquier establecimiento. No queremos que Laika sea una carga una vez adquirida sino que acompañe cómodamente al usuario durante su nueva vida.
Laika contiene un packaging reutilizable y fabricado artesanalmente también con materiales de desecho. Con las medidas exactas para cada producto, con el fin de evitar daños y no transportar aire. Los materiales empleados para la fabricación son OSB y DM sobrantes de la industria logística. Esto hace que el packaging sea de buena calidad y es por eso que pedimos a nuestros clientes que conserven el empaque y poniendo en marcha su creatividad lo reutilicen para diferentes usos en sus hogares, espacios de trabajo, ocio, etc.
Todas las unidades van marcadas con el porcentaje de material reutilizado que contiene, que es de 85%. Acompañada de una enumeración que indica su fecha de fabricación.
Hacemos mucho énfasis en que Laika no es solo una lámpara. Es una historia y una filosofía. Animamos a nuestros clientes a que si tienen la oportunidad se desplacen a nuestro pequeño taller para que vean como funciona el proceso de producción, la transformación de los materiales y sientan un poco más de cerca nuestra manera de hacer las cosas. Y en el caso de que no sea posible, alentamos a todo aquel que le interese el producto a que conozca un poco más la historia de un cambio necesario, al que nosotros pretendemos hacer una pequeña aportación, mediante nuestra página web y redes sociales.
La innovación de este producto se basa en 3 conceptos principales: artesanía y ecodiseño, reutilización de materiales y lanzamiento del mismo desde un entorno rural.
Laika es la representación de que la artesanía debe evolucionar acorde con los tiempos, pero que el diseño tiene muchos aspectos que aprender de la artesanía. El oficio artesano y la figura del diseñador se han separado durante mucho tiempo, pero nosotros creemos que mediante el entendimiento, ambos pueden trabajar conjuntamente en busca de un futuro mejor. No es solo un producto que trata de concienciar a los posibles clientes, sino que también busca que ambos gremios puedan hacer juntos el camino hacia la transición ecológica.
Y qué mejor manera de seguir este objetivo, que aplicando la reutilización de materiales para conseguir tres pilares fundamentales que identifiquen al producto: Reutilización, Diseño y Artesanía.
Centrándonos en la barrica de vino como material principal, podemos decir que la manera de trabajar el roble es innovadora en relación a otros productos en el mercado fabricados con este componente. Por el desmontaje de la barrica y por la laminación de cada una de las lamas. Este proceso hace que la reproductividad tanto de Laika como de otros productos sea más fácil y eficiente. Y además consigue una imagen unificada, atractiva y combinable.
Y por último, nos gusta añadir a la historia del producto que el origen se da en un pequeño pueblo de tan sólo 50 habitantes. Ante la problemática de la despoblación de zonas rurales que se está dando actualmente en España, promover el emprendimiento rural con actividades sostenibles nos parece un aspecto innovador a tener muy en cuenta.
Todos los materiales con los que trabajamos provienen de los desechos de pequeñas y medianas empresas cercanas entre 10 y 50 km de distancia del taller de fabricación. El roble de barrica de vino proviene de una tonelería (30 km) que también recicla barricas y las duelas que no puede utilizar e irían al vertedero, son las que nosotros rescatamos. El contrachapado de embalaje proviene de una empresa que fabrica y transporta material deportivo (35 km). Los tubos de PVC los recogemos en varios talleres que se dedican al tintado de lunas de vehículos (30 y 40 km).Y los materiales para el packaging nos los donan en empresas de suministro de madera (10 y 15 km)
Por ello, Laika es un producto replicable en diferentes lugares, sobre todo en zonas donde haya gran cantidad de productores de vino.
Pero la sostenibilidad no solo se basa en la reutilización de materiales. El proceso de producción está diseñado para la optimización de energía, materiales y peso del producto y así es como funciona: Una vez al mes, se prepara todos los componentes necesarios para el posterior montaje, lo que equivale a 4-5 días de trabajo empleando maquinaría eléctrica continuamente (equivalente a un 65% del proceso que genera 4,3 Kwh por día aproximadamente). Cuando hablamos de material, se trata de las láminas de roble, piezas de sujeción de contrachapado y tubo de PVC.
Una vez que todo esto está preparado, solamente hay que ensamblar el cuerpo de la lámpara, insertar el tubo y realizar el montaje eléctrico. Esto permite que cada lámpara se haga según el cliente realice el pedido, con el fin de evitar stock de productos que aún no tengan hogar. Este último proceso se realiza 100% manualmente, de modo que no se necesita energía. Y la misma dinámica se lleva a cabo con el packaging. Una vez preparado el material, se espera al pedido y se monta la caja.
Hemos establecido un número limitado de unidades a fabricar mensualmente por 2 razones:
La empresa solo cuenta con 2 personas capaces de fabricar. Por ello, respetar los derechos laborales de estos trabajadores hace que la fabricación tenga que ser limitada. Y Laika es un producto especial y personal, de manera que la masificación del mismo rompería su esencia.
Actualmente realizamos envíos nacionales, de modo que para el suministro empleamos el correo público y aprovechamos la misma persona que viene a repartir las cartas y paquetes para que se lleve el producto.
Una vez que Laika ya tiene un hogar, estamos a disposición del usuario para cualquier inconveniente, y por supuesto si el producto sufre algún daño en algún momento de su vida, es tan fácil como reparar la pieza dañada.
Laika no debe ser un producto para desechar fácilmente, principalmente por la calidad de sus materiales. Pero en todo caso, cuando este momento llegue el montaje de la lámpara está diseñado para que todos los componentes puedan ser separados. De manera que podemos separar los materiales para que puedan reciclarse correctamente.
