Mnéme es una herramienta lúdica, motivacional y no farmacológica de estimulación cognitiva cuya función nace de una necesidad real y personal: al diagnóstico de Demencia Vascular en mi padre.
Una dolencia que, causada por una serie de pequeños accidentes cerebrovasculares, a lo largo de un periodo de tiempo prolongado, afecta a la memoria, a la atención, al pensamiento, la emotividad y al comportamiento.
Y que, por consiguiente, cuando la Demencia entra en un Hogar una avalancha de sentimientos encontrados y preguntas sin respuesta afloran en el paciente y sus familiares, que asumimos una responsabilidad que implicará un extraordinario esfuerzo físico, psíquico, emocional y económico.
Por ello, nuestra finalidad será la de proveer al paciente, junto a sus terapeutas y familiares, de una serie de herramientas con las que trabajar, mediante la lúdica, la neurorrehabilitación cognitiva.
Y, que dividiéndose en dos niveles de trabajo, Mnéme cumple la finalidad principal de ser una herramienta complementaria a una terapia de rehabilitación de las funciones mentales superiores (memoria, atención, orientación, capacidad visuoespacial, agnosia, lenguaje oral y escrito, praxias y capacidades ejecutivas) con el propósito de obtener un mejor rendimiento cognitivo y de la autonomía personal del paciente.
Por consiguiente, y adaptándose, en todo momento, a los estímulos del paciente, Mnéme supone, en el transcurso de 400 actividades (40 eidikós, 50 chróma, 50 drómos y 260 normales, complementarias al uso de 27 fichas numéricas, con el lateral en distintos colores; 63 fichas cromáticas; 90 fichas alfabéticas, en su anverso; y 90 fichas de recorrido, en su reverso), la creación de un tiempo, de un espacio y de unos medios (como por ejemplo, la generación de toda una nueva señalética aplicada a las 49 áreas de trabajo cognitivo) en el que el paciente, junto a su terapeuta o familiar, pase un momento entretenido, motivacional y divertido.
Sobretodo eso, divertido. Y que, a la vez que juega y estimula su capacidad cognitiva, pueda lentificar la progresión de su enfermedad y mejorar, en suma, su bienestar y su calidad de vida.
Y, por índole, el de sus familiares.
