En realidad, esta propuesta para “We Stand With Ukraine“, más que un cartel pretende ser una gran bandera: la bandera del encuentro. Siempre deberíamos encontrar un lugar común en el que aceptarnos y convivir. Esta peculiar bandera no se representa con colores inmutables, puede tener tantos colores y motivos como conflictos por resolver en el mundo. Y, a diferencia de otras banderas, no sirve para marcarse y distanciarse, si no para complementarse. Esta bandera no me identifica como alguien diferente si no como alguien dispuesto a abrazar las diferencias. Es por eso que alrededor de esta bandera no es necesario construir un muro ni poner una alambrada. Y con ella, mejor que subir a lo alto de la montaña y clavarla, es enarbolarla en el valle, donde todos nos podamos reunir.