Este proyecto se trata de crear un local comercial para un restaurante en la localidad de Orihuela para el chef Ricardo Sanz, el cual su cocina es japonesa-española. Está situado en Orihuela en la zona de Los Andenes, es un bajo de un edificio de 5 plantas.
Es un local esquinero el cual posee 2 accesos. Tiene una superficie construida de 214m² y una superficie útil de 170m². El programa de necesidades de nuestro cliente, se basa en tener una sala para unos 40 comensales que estén sentado en mesa y en barra.
Dos baños uno para cada sexo y uno accesible. Una zona para trabajadores donde tengan un vestuario, un baño y además lugar donde guardar sus pertenencias. Por otro lado, la cocina la cual será una cocina caliente, una barra de sushi donde serán las preparaciones frías y por último un almacén donde guardar la comida.
El estilo que queremos seguir, se ha hecho una investigación previa donde se pretende unir la cultura japonesa y la mediterránea, con esto salió nuestro concepto el cual es "oleaje", este define las ideas de alterar lo menos posible el producto tanto con la comida que hace el chef como con los materiales que vamos a utilizar.
Se quiere reflejar el respeto hacia la naturaleza, las culturas japonesa y mediterránea y se quiere utilizar el color, rojo, blanco, negro y la combinación de estos dos como lo es el gris.
Este diseño nos trasmite tranquilidad, elegancia, movimiento, nos hace adentrarnos hasta el final de nuestro restaurante, ya que abre las puertas y despliega un abanico de sensaciones, tenemos por un lado la cultura japonesa y la mediterránea, por otro lado tenemos la comida que se cocina allí que está relacionada con el mar y por último tenemos movimiento gracias a las estructuras de madera que posee.
Así lo que conseguimos unir diversas cosas y sensaciones en una, consiguiendo un espacio amplio y luminoso, y además trayendo su saber más fresco de la naturaleza como lo es el sushi, con todo esto el chef nos promete una exquisita experiencia sensorial.
Se disponía de un espacio pequeño y complejo, por lo que se quería mantener esa complejidad con el diseño del local y hacer el énfasis principal en una estructura inusual memorable.
Se tienen en cuenta la cantidad de pilares que obstruyen la visión, por lo que lo primero es eliminarlos de la vista. Para ello, se crea una construcción de madera, situada en la pared transversal del local y en otra que también será una pared principal posteriormente gracias a la colocación de los ventanales, esta construcción consta de más de 200 listo es de madera moviéndose por la pared como una ola hacia el techo, consiguiendo que envuelva todo el salón del restaurante y cree una “cáscara” del espacio.
El resto del espacio interior se silencia a un fondo minimalista, los tonos granates de las paredes y grises del suelo permiten que el diseño juegue un papel importante, y los acentos negros de los muebles agregan elegancia.
Además, para seguir con esa “ola” lo que se hace es insertar una barra semicircular la cual tendrá a los sushi men haciendo el show del sushi, esta barra permite silenciar el pilar del centro del salón revistiéndolo con un espejo por sus cuatro caras.
Por último, un detalle del diseño, es que para poder también obtener luz natural dentro de la cocina, se coloca una ventana transversal en la zona de cocción permitiendo ver desde la calle como cocinan.
