Arturo Álvarez decidió retirar su nombre de la marca de la empresa para iniciar una nueva carrera artística. La presencia de su nombre en las dos marcas generaba confusión. Basándonos en el logotipo existente, propusimos que, como su nombre y apellido empezaban por la letra "a", redujéramos la marca y la llamáramos sólo "a". Como transición, su nombre se mantuvo en el fondo como "by arturo alvarez" para luego llamarse a-emotional light. Sintetizar al máximo una marca existente resolviendo el problema planteado en el briefing, optando por una solución arriesgada que fue un éxito.
Se creó una identidad a partir del slogan de la marca y el propio símbolo "a" creando un sistema de identidad basado en la idea del degradado de las letras del nombre que van de negrita a claro, simulando el haz de luz de una lámpara.
Un proceso de implantación de 3 años hasta llegar a la identidad final.