Ray-Ban es una marca con valores e identidad. Sin embargo, su logotipo se había mantenido intacto desde su creación en 1937 y necesitaba un rediseño para adaptarlo a los nuevos medios de comunicación. La cercanía y la legibilidad son los atributos de su nueva identidad corporativa.
Teniendo en cuenta que la sostenibilidad es una de las prioridades de las marcas actualmente, el rediseño también incluye la creación de una aplicación móvil para Ray-Ban. Los catálogos, los documentos y las facturas de cada cliente podrán almacenarse en un mismo espacio logrando que la cantidad de papel impreso sea mucho menor. Es una app para cuidar el medio ambiente.
La nueva identidad corporativa también se traduce en un nuevo estilo de ilustración basado en las líneas orgánicas, los colores vivos (amarillo, turquesa y naranja) y en la sofisticación de las figuras.