Y de pronto cuando uno piensa que lo tiene todo contro- lado y que nada malo va a pasarle, pum, todo se destroza en añicos en cuestión de segundos. Para qué seguir inten- tándolo, si ya de nada vale. La vida te guía por un sendero lleno de orden, pero es la misma vida la que te va tirando piedras durante el camino, haciendo que pares, retrocedas o, incluso, lo abandones. La vida nos hace soñar, pero es la misma vida la que nos bloquea. Algunas veces sólo quieres cerrar los ojos y que todo acabe, o incluso que el mundo se pare y se apague. Lo cierto es que eso no se puede. En ese momento, ¿qué queda entonces? Todos fuimos Goya en al- gún momento, todos pasamos por el proceso que pasó él al crear las Pinturas Negras. Y como escribió en una de sus obras a sus 80 años “Todavía estoy aprendiendo”.