Candelarias de la Virgen es una novela del escritor riojano Tedoro Balmaseda. Esta obra literaria que se enmarca en la tierra del autor se articula en el diálogo de dos albañiles que rehabilitan un viejo caserón en la aldea ficticia que da nombre a la obra. Durante las reformas sucede algo sobrenatural, que será el eje alrededor del cual se irá desentrañando una reflexión metafísica que enlazará el lugar con su historia en el golpe de estado de 1936 y sus inmediatas postrimerías. La obra se contextualiza en un entorno escasamente poblado, rural y donde la propia localización se convierte en un personaje más en el intrigante viaje para revelar la relación entre el pasado y el presente en la aldea.
Por su parte, en lo que se trata del desarrollo y la creación de la portada de la novela optamos por remitirnos al desarrollo honrado que la propia narración muestra al lector en sus páginas, un contexto que no puede ni debe pasarse por alto donde el espacio rural y la escasa población se entreven a través de los personajes para crear una historia que busca descubrir la verdad. Todo ello ha sido motivo de la creación de un lettering personalizado para la obra donde estas ideas convergen para unirse en un solo trazo que no pasa por alto para la vista del lector, el cual sin aún haber leído esta misteriosa historia ya puede intuir el lugar en el que se desarrolla por las formas primitivas y manuales de la caligrafía de la portada. La ilustración concibe las sillas de pueblo como un lugar donde la sociedad dialoga, debate y confronta ideas, estas sillas representan un conflicto futuro donde dos ideas opuestas se guían por un motivo semejante y el sin sentido que acabará manchando la historia del lugar. Así, "Candelarias de la Virgen" busca no sólo ser el título sobrio y sencillo de un libro, sino recoger en sus formas y su ductus la esencia de un relato que está apunto de comenzar cuando el lector tenga el libro entre sus manos.
Teodoro Balmaseda está actualmente en plena gira de presentaciones, la Candelarias Tour. Charlando con el autor, incidimos en la idea de llevar la obra a un ámbito más allá de la mera lectura, creando un espacio inspirado en Candelarias de la Virgen donde los lectores pudiesen hacer aún más suya la historia. A partir de ahí surgió la inspiración para la caligrafía para la obra: un trazado manual donde las líneas curvas y frágiles se entrelazan para plasmar esa idea primigenia donde el espacio rural y el pasado se convierten en protagonistas del presente y una paleta duo-cromática en consideración a esos dos aspectos paralelos y a su vez contrapuestos que irán tejiendo el núcleo del relato.
