Proyecto de desarrollo de marca y etiquetado de una cerveza artesana embasada en vidrio.
La gran diversidad de colores de la cerveza depende principalmente del grado de secado o tostado de las maltas empleadas en la receta, una técnica que los malteadores utilizan para detener el proceso de germinación del grano. Durante este proceso se produce las reacciones de Maillard y los granos liberan melanoidinas coloreadas al ser sometidos a altas temperaturas. Estas sustancias se liberarán en mayor o menor medida en función del calor aplicado o la técnica utilizada y darán a la malta tonos que van desde el amarillo claro o pajizo hasta el negro intenso.
Es por esto, que el nombre de la cerveza artesanal que se ha elegido es Maillard. Una parte del proceso de creación de esta bebida alchólica imprescindible y que aporta color y sabor.
Tradicionalmente el color de la cerveza se midió de forma visual. La escala Lovibond se utilizó como estándar para determinar cuánto contribuía el color de una malta al tono final de la cerveza. Usando muestras de colores y mediante comparación visual, el maestro cervecero era capaz de saber qué color tendría su cerveza.
Actualmente, existen dos unidades básicas para la medición del color y ambas se utilizan como referencia del color básico que se espera de un estilo de cerveza:
· EBC: Unidades de color europeas.
· SRM: Unidades de color americanas.
Teniendo en cuenta estos parámetros se han elegido tres variedades de cerveza: (Blonde Ale: 6EBC, Double IPA: 26EBC y Stout: 57 EBC) estos valores se han utilizado para plasmar el color de cada cerveza en el diseño. Respresentándolo en una escala de color, como se haría realmente.