El encargo consistía en comunicar que la pequeña bodega ecológica Mas Igneus cambiaba de dueños. El reto era hacer que esta noticia no supusiera una preocupación, sino todo lo contrario, que generara buenas sensaciones.
Se decidió que las fiestas de fin de año eran un buen momento para enviarles a los clientes una botella de vino y así aprovechar este impacto para comunicar el cambio. Unas nuevas manos, una nueva vida para la bodega.
Decidimos trabajar con las manos “literalmente” ya que con éstas transmitíamos varios mensajes al mismo tiempo. Por un lado, el cambio de manos (dueños), por otro, una nueva vida (la línea de vida) una nueva forma de hacer las cosas.
El hilo traza este nuevo camino más personalizado y cercano, sin perder la elegancia, creatividad y toda la dedicación que requiere elaborar vinos ecológicos y con personalidad en tierras tan complejas como las del Priorat.
Bordamos y etiquetamos a mano cada una de las etiquetas para esta edición limitada.