Küchlinhaus es un edificio del siglo XVI restaurados para servir bajo un nuevo modelo de negocio denominado "serviced apartments". Situado en el centro histórico de Memmingen, este edificio fue en su día residencia del famoso artista Elias Friedrich Küchlin.
Trabajamos con los inversores y dueños del edificio en la creación y puesta en marcha del nuevo modelo de hostelería y marca, desde la creación del naming que procede del singular apellido del artista, "Küchlin", y del descriptivo empresarial, "Haus". Ambas iniciales contaban con una conexión intrínseca, que se destacó más tarde en el símbolo de forma muy sutil.
La esencia de Küchlin era muy diferente de la de otros artistas alemanes e internacionales de la época, al igual que la de los fundadores de la nueva marca. Nos anclamos en este insight para fomentar el posicionamiento y expresión de marca en conexión con la naturaleza y los momentos vividos en ese edificio. Llevamos a cabo un estudio de mercado en profundidad que, apoyados por benchmark y best-practices, nos sirvieron para definir el modelo de negocio más adecuado para la nueva marca y compañía. La especificación en detalle del target objetivo fue esencial para el posterior despliegue en la estrategia de comunicación y principios de experiencia.
Toda la identidad visual emana de los momentos en los que una persona se siente conectada consigo misma, en paz. Esto es algo que la marca se ha comprometido a aportar a sus clientes desde el principio.
La paleta cromática crea una asociación directa a los conocidos amaneceres de Memmingen que son conocidos por los locales como "viajes en el tiempo". Basándonos en sus colores, definimos aquellos que aún no habían sido utilizados por otros agentes del sector, apropiándonos de unos códigos nuevos y frescos en la industria, además de conectores de emociones de lo que sería nuestro target objetivo. De aquí surgió una poderosa narrativa de marca. El negro grafito, que representa el poder de los materiales sostenibles y duraderos; y el salmón, que transmite un halo de luz y armonía que luego cobrará vida en cada uno de los apartamentos.
Definimos FS Elliot como la tipografía corporativa de la marca, entendiéndola como una sans serif preparada para el futuro. Abierta y armoniosa, sus formas claras y fluidas confieren a las palabras un rebote distintivo y optimista.
La forma del símbolo, que alude al modernismo renacentista de la época del edificio y del artista nativo, se convirtió en el hilo conductor de toda la comunicación de la marca, determinando áreas superpuestas y ordenadas de componentes visuales y verbales.
En el sector turístico es fundamental comunicar la experiencia del huésped de forma transparente y cercana. Definimos un estilo fotográfico poco convencional que se apropió de una identidad distintiva en diversos entornos. Al alterar los encuadres, llegamos a transmitir mayor emoción y dramatismo mediante el contraste y las composiciones descentradas. Con un claro enfoque en el negocio, el estilo fotográfico busca transmitir la naturalidad de las personas, los espacios y las situaciones.
La marca quería facilitarlo todo para que los huéspedes no tuvieran que preocuparse de nada, únicamente de disfrutar de su estancia. Fue desde esta plataforma de marca donde definimos el eslogan corporativo como "Ready to unpack", estando en consonancia con la identidad verbal de tono cercano, profesional, franco combinado con elegancia y un toque de romanticismo.
La esencia y los mensajes de Küchlinhaus debían llegar de la misma manera a sus huéspedes y socios, por lo que llevamos a cabo un exquisito diseño editorial y digital en todas sus fases estratégicas y creativas.
Por ello, creamos un sistema iconográfico personalizado para ser reconocibles en todos los países, siendo culturalmente inclusivos y debiendo evitar referencias locales. Se convirtieron en un elemento visual clave para el ecosistema visual de la marca, representando la forma única del símbolo en todo el proceso de construcción.
Una marca con carácter debe ser capaz de adaptarse a cada medio, sin perder su exquisitez en el proceso. Eso es lo que garantizamos con Küchlinhaus. La excelencia en la selección de materiales, la búsqueda de contrastes, la idea de utilidades para los distintos grupos de interés y el disfrute guiaron nuestra creatividad a la hora de llevar la marca a la realidad e implementarla in situ y en entornos print y digitales.