El té es clave en la cultura rusa debido en parte al clima helado del norte. Hoy en día se considera la bebida nacional por excelencia.
El ritual esta lleno de tradición, ya que de el obtenemos el nombre de la marca, Samovar. Este artilugio es más que simplemente una tetera; es un símbolo de hospitalidad y convivencia. En los hogares rusos, especialmente en áreas rurales, el samovar solía ocupar un lugar central durante las reuniones familiares y sociales. La ceremonia de preparar y servir té con un samovar era una parte importante de la vida cotidiana y se consideraba un acto de hospitalidad hacia los invitados.
A partir de este concepto, decidí recoger los materiales más comunes en los que se realizan los samovar para crear Samovar Tea. Entre ellos están el oro, la plata, el niquel, el estaño, el cobre, y el hierro.
Estos términos los transporté a la gráfica utilizando fotografías de calidad del estado más natural posible de estos metales. De ellas se recogió la silueta y su
color más predominante.