Aquí no hay tiempo para desarrollar un proyecto, pero no por ello hay un límite creativo.
En un piso de 65 m2 donde solo hay 4 ventanas debían convivir 6 personas durante los mese de verano, y como solución eliminamos las habitaciones convencionales. Se crearon 3 cuevas de color oscuro para ofrecer esa necesidad de intimidad y descanso, pero delimitadas ocasionalmente a través de telones.
El resto del espacio es para compartir: un buen salón con sofá-respaldo (Karim Rashid), un estudio, piezas artísticas y originales, un hall abierto en la cocina con una isla de 4,00 ml acabada en un extremo curvo para no condicionar el número de comensales y tener más fluidez de movimientos, almacenaje a la vista, panel corredero con espejo y armarios que ocultan acceso a 2 baños, pequeños pero resultones.
Aquí no había premisas, como hemos dicho ante, con lo cual las soluciones creativas eran la manera de poder resolver este proyecto conceptualmente abierto a la imaginación, con el color como eje de la diversión!