Cuando tradición, identidad, pasión y saber hacer se mezclan, se amasan, se hornean. . . surgen productos únicos, en este caso con sabores muy dulces. . . Bizkarra es un clásico en Bizkaia.
Estos panaderos y pasteleros artesanos desde 1957 han heredado mucho más que las recetas de sus amamas. Sobre todo han heredado devoción por su oficio. Entre su amplísima variedad de productos había algunos especialmente icónicos, capaces de representar a Bizkarra y a su tierra.
Esos productos eran las trufas y los turrones. Dulces que Bizkarra había hecho muy suyos con recetas propias basadas en la tradición vasca y la de su propia herencia familiar. Visitamos su obrador, sus tiendas, hablamos con ellos y nos empapamos de su historia y de sus sueños.
Analizamos su oferta, sus envases, sus mensajes,. . . y nos hicimos una idea del lugar que representan las trufas y los turrones en todo esto. Un equilibrio absoluto entre el culto a la historia y un afán tremendo por innovar y adaptarse a los tiempos, a los gustos y diferentes públicos.
Vimos claramente que la imagen que transmitían no era acorde a su valor. Un producto con unas características excepcionales y diferentes a lo que había en el mercado, con un packaging que lo mimetizaba con el de sus competidores.
A nivel de logo, como primer paso, pudimos hacer sólo un cambio pequeño pero importante, pasar de denominarse panaderías-pastelerías a llamarse panaderos-pasteleros, porque realmente son ellos quienes hacen a Bizkarra ser lo que es.
Con respecto a cómo mostrar los turrones y trufas, generamos un estilo gráfico propio. Con referencias directas a la cultura popular Vasca. Una presentación de gama atractiva, con fotografías de producto tentadoras.
Cajas llamativas y fáciles de identificar y distinguir. Pensadas para una experiencia de consumo acorde a las expectativas de unos productos que lo merecen. Además, en el caso concreto de las trufas, los turistas y visitantes de fuera de Bizkaia desconocían que el tamaño de las mismas es notablemente mayor que las de cualquier otra región.
Por eso generamos casi una nueva categoría de producto, las trufas de Bilbao y las identificamos con la imagen de un harrijasotzaile haciendo un guiño cariñoso a Bilbao y su estereotipo.
No son grandes. . . ¡Son de Bilbao!
