En el corazón de Durangaldea, nos enfrentamos a un emocionante desafío: la transformación del interior de un caserío en proceso de reedificación, diseñado previamente por 'ELEarkitektura', el estudio líder en arquitectura de Durango. El cliente, con una visión difusa, nos ha solicitado intervenir para dar vida a sus ideas.
Con un profundo respeto por el trabajo previo, proponemos una reconfiguración de los espacios. En la planta baja, diseñamos dos bloques centrales con cierres escamoteables para dinamizar los flujos de circulación. Esta disposición crea una sensación de infinitud, delineando visualmente la cocina, el salón-comedor y el dormitorio con baño.
En la planta superior, aprovechamos parte del espacio para crear un segundo salón de TV más informal, acompañado de una suite completa. Además, añadimos detalles de ebanistería integrada para un acabado más refinado.
Para realzar la magnificencia del lugar, creamos una azotea destinada a un despacho privado, ofreciendo vistas imponentes del interior. Manteniendo una coherencia estética, elegimos microcemento gris claro y acabados en maderas claras en todo el conjunto. Destacando aún más la grandiosidad, introducimos un elemento clave: un gran espejo estratégicamente ubicado para reflejar la mitad del caserío, generando una ilusión de duplicidad. Este detalle no solo amplía visualmente el espacio, sino que también aporta una dimensión fascinante al diseño, resaltando su belleza arquitectónica.
Con este proyecto, no solo buscamos transformar el interior del caserío, sino también honrar su historia y estructura original, fusionando lo moderno con lo tradicional en perfecta armonía.
