El Calidrino surge como proyecto de representación gráfica basado en un pequeño libro llamado «il calidrino» (Gianluca Galante, 2016), una colección de neologismos italianos —un ejemplo de ello en español podría ser «delulu». Para la realización de este proyecto se quiere crear un proyecto gráfico en torno a esta idea, con la única condición de que debe se formar un pequeño juego de cartas o cromos.
Frente a la idea de hacer un juego de cartas, me decidí por crear un coleccionable con el objetivo práctico de la enseñanza y el aprendizaje del arte. En el calidrino. la exposición encontramos una exhibición de arte en la que se representan ocho palabras de este diccionario a partir de obras de diferentes movimientos artísticos y autores. De esta forma, bajo el concepto de una exposición y con la ayuda de códigos QR que conducen al espectador a páginas web de museos u organizaciones artísticas, se consigue mostrar el arte de una forma más actual, pues se acerca y juega con la idea de los memes.
La creación del proyecto se compone de: 8 cartas, un folleto desplegable explicativo
y una caja donde guardar todo.
Durante todo el proyecto el concepto de una exposición de arte se hizo presente
introduciendo a las obras marcos que reflejasen su carácter al mismo tiempo
que una estética limpia y clara, que recordara a las grandes salas de los museos
donde lo que toma importancia es la obra.
Con el objetivo de conseguir esta estética decidimos usar la tipografía Gotham
Regular y Gotham Bold así como la Lato Italic, para su versión cursiva.
Lo más importante de este proyecto son los espacios de aire que dejan respirar y
los colores (escala de grises) de esta manera la personalidad que adquiere es la
de un espacio neutro donde solo toma importancia la obra y la palabra.
Con el objetivo de crear un libreto en línea con el concepto de toda la gráfica, esta tendrá forma de plegado a 4 en ventana, sin cosido o grapa, esto nos recuerda a los planos de museos y se deja clara la intención y el concepto de todo el proyecto. El juego de grises y la disposición crean una imagen muy dinámica a la par que elegante e interesante. En su interior encontramos información sobre las obras
(línea del tiempo) así como el motivo por el que han sido elegidas. En este punto para crear la gráfica se empieza a jugar con el anverso y el reverso de un cuadro, este elemento será utilizado posteriormente en el packaging de las cartas, creando la ilusión de ver el bastidor de las obras cuando se gira el libro o la caja.