Esta marca quiere hacer un pack gourmet de regalo de navidad diseñando un packaging que tenga una segunda vida, ecológico y sostenible. Para crear la marca se utilizó una tipografía que utiliza menos tinta. La línea base se colocó en forma de ola, simbolizando la tierra donde se cultivan. El resultado del envase fue una caja rectangular de madera para contener los alimentos en su interior. Cada tarro lleva dos etiquetas, una lisa y otra sin color. La primera es una etiqueta compostable creada manualmente mediante el proceso tradicional de creación de papel. Lo inusual de esta etiqueta es que contiene restos de comida que iban a ser desechados en la fábrica mezclados con la fibra del papel. De este modo sirve de abono, ya que es compostable. El papel blanco es un papel reciclado que contiene semillas que, si se plantan, se convierten en plantas. Estos elementos serían un regalo en forma de tapas, pero también son una forma de dar vida gracias a las etiquetas de plantación. De este modo, no sólo regalas flores, sino un mini jardín. Los envases de los productos pueden utilizarse para hacer germinar sus pequeñas semillas antes de transferirlas a la caja.
